miércoles, 30 de octubre de 2013

El mito de la caverna

Un grupo de hombres se encontraba en una caverna, prisioneros desde su nacimiento por cadenas que les sujetaban el cuello y las piernas de forma que únicamente podían mirar hacia la pared del fondo, sin poder nunca girar la cabeza. Justo detrás de ellos, había un muro con un pasillo y, seguidamente, una hoguera y la entrada de la cueva que daba al exterior. Por este pasillo, circulaban hombres portando todo tipo de objetos, proyectando sus sombras en la pared que los prisioneros podían ver. Estos hombres encadenados, consideraban como verdad, las sombras de los objetos ya que, debido a las circunstancias de su prisión, no conocían nada de lo que acontece en el exterior por lo que debían tomar por ciertas todas y cada una de las sombras proyectadas. Uno de los hombres fue liberado y obligado a volverse hacia la luz de la hoguera y salir al exterior, descubriendo la realidad exterior, los hombres, árboles, lagos y la luz del Sol. El prisionero, al volver a entrar en la caverna, intentó liberar a sus compañeros pero solo consiguió que éstos se rieran de él, y que le amenazaran con la muerte si los desataba.


Este mito o alegoría es una explicación metafórica, realizada por el filósofo griego Platón al principio del VII libro de La República, sobre la situación en que se encuentra el ser humano respecto del conocimiento. En ella Platón explica su teoría de cómo con conocimientos podemos captar la existencia de los dos mundos, el mundo sensible, conocido a través de los sentidos y el mundo inteligible, sólo alcanzado mediante el uso de la razón.

Los prisioneros, al no tener la referencia de la realidad no podían saber que aquellas figuras eran falsas puesto que eran lo único que veían en aquella caverna oscura. Por eso, cuando el prisionero que sale al exterior y conoce todo lo que de verdad ocurre, gracias a su razón,  no es creído por sus compañeros, que lo tratan de loco y no le dejan desatarlos, amenazándole de muerte.
Estos prisioneros representan a los seres humanos en estado de ignorancia, ya que sólo conocen las sombras proyectadas en la pared, que representan las apariencias, es decir el mundo sensible, en el que sólo nos creemos lo que percibimos mediante los sentidos; el exterior de la caverna, es decir la luz del sol, es el conocimiento verdadero y el prisionero liberado representa al filósofo o al sabio que deberá guiar a los hombres ignorantes hacia el conocimiento verdadero, al que se llega a través de la razón.