lunes, 30 de diciembre de 2013

Percepción visual

El hombre adquiere conciencia de sí mismo y del mundo que le rodea por medio de sus sentidos. A partir de los estímulos recogidos por los sentidos el hombre descubre, organiza y recrea la realidad, adquiriendo conciencia de ella por medio de la percepción.
Por ello hay que conocer dos conceptos importantes: estímulo y percepción. El estímulo pertenece al mundo exterior y produce un primer efecto o sensación en la cadena del conocimiento, es de orden cualitativo como el frío, el calor, lo duro, lo gelatinoso, lo rojo, lo blanco... Es toda energía física, mecánica, térmica, química o electromagnética que excita o activa a un receptor sensorial. La percepción pertenece al mundo individual interior, al proceso psicológico de la interpretación y al conocimiento de las cosas y los hechos.
Limitando el estudio de las percepciones sólo al campo visual, diremos que la percepción visual es la sensación interior de conocimiento aparente que resulta de un estímulo o impresión luminosa registrada en nuestros ojos. Es decir, es la capacidad de interpretar la información y el entorno de los efectos de la luz visible (efecto óptico) que llega al ojo. Dicha percepción es también conocida como la visión. La vista es lo que permite al ser humano poder identificar la forma, el color, el tamaño, la textura y demás cualidades visibles de cada uno de los elementos que nos rodean.
En la percepción visual de las formas hay un acto óptico-físico que funciona mecánicamente de modo parecido en todos los hombres. Las diferencias empiezan con la interpretación de la información recibida; las desigualdades de cultura, educación, edad, memoria, inteligencia, y hasta el estado emocional, pueden alterar el resultado. Porque se trata de una lectura, de una interpretación inteligente de señales, cuyo código no está en los ojos sino en el cerebro, para lo que se requiere una gramática que explique sus leyes y profundice el sentido de la lectura.

Algunas de estas leyes son:   
l. Ley de proximidad. 
Cuando las partes de una totalidad reciben un mismo estímulo, se unen formando grupos en el sentido de la mínima distancia. Esta ordenación se produce de modo automático y, sólo por una resistencia del perceptor, o por otra ley contradictoria, puede anularse esta lectura.




2. Ley de igualdad.
Cuando concurren varios elementos de diferentes clases, hay una tendencia a constituir grupos con los que son iguales.




3. Ley del cerramiento.

La línea es una creación del dibujo, una abstracción, y es difícil encontrarla aislada en la naturaleza, por ello, siempre se asocian al límite de una superficie, formando su contorno.
         


4. Ley de continuidad.
Esto ocurre cuando los elementos se encuentran uno a continuación del otro. Esta ley se constituye con elementos que son comunes a otras leyes ya mencionadas, como la ley de cerramiento ya que tiene elementos de cierre porque partículas independientes tratan de formar figuras.





5. Ley de figura-fondo.
Esta ley perceptiva de figura-fondo es la de mayor fuerza y trascendencia de las expuestas, porque puede decirse que abarca a todas las demás. Estas experiencias siguen siendo sobre formas planas, pero al presentarse unas figuras que están sobre un fondo, se obtiene una percepción "en profundidad", que traslada la figura a un primer término, fuera del plano real de la representación, y deja el fondo a cierta distancia indefinida y percibiendo, como resultado, dos siluetas diferentes.


                   



Además de estas leyes, existen muchas otras que también rigen la percepción visual.







viernes, 29 de noviembre de 2013

Disertación. "¿Quién soy yo?"

Desde el principio de los tiempos nos hemos hecho preguntas acerca de lo que nos rodea pero sin duda la pregunta más común y la que más variedad de respuestas tiene es acerca de nosotros mismos. “¿Quién soy yo?”, esa es la pregunta que nadie sabe responder con exactitud. Aunque parece que con la biología y todos los avances científicos sabemos como es nuestro interior, estas preguntas continúan sin una respuesta clara. Por ello, desde la antigüedad han surgido multitud de filósofos con diversas teorías.
El interés por responder a estas preguntas tiene como objetivo conocernos a nosotros mismos para alcanzar la felicidad. Una de las preguntas que nos gustaría resolver es que aspectos ha cambiado más el hombre a lo largo de la historia.

Desde que conocemos la existencia del hombre en la Tierra sabemos que nunca ha estado solo, al igual que los animales y desde que vivían en tribus, los hombres se organizaban en sociedades. Esta organización existe desde los hombres más primitivos con el objetivo de depender unos de otros. Al principio sólo se unía cada familia pero poco a poco una familia se unía a otro y así se ampliaba la sociedad, hasta llegar a formar ciudades.
Hoy en día la sociedad es esencial; es impensable el hecho de vivir sólo, sin nadie en quien apoyarte. Es por esto que el camino más adecuado para encontrar la felicidad y las respuestas a nuestras preguntas están en la tesis que defiende Aristóteles. Según este filósofo, los hombres somos seres sociales por naturaleza, por lo que es la sociedad la que desde que nacemos nos va determinando nuestra vida y construyendo nuestra esencia. Por ello, para Aristóteles es la sociedad la que nos diferencia de los animales, además de la capacidad de lenguaje que sólo los humanos poseemos. Los hombres somos animales sociales, que sólo podemos llegar a las respuestas de todas las preguntas planteadas y alcanzar la felicidad y una buena vida dentro de la sociedad, ya que fuera de ella no seríamos más que animales. Para Aristóteles nosotros nunca elegimos organizarnos en sociedades sino que fue la unión casual de familias la que poco a poco hizo que se formaran las sociedades.
Gracias a esta organización en sociedades, los hombres que pertenecían a ella pudieron repartirse las tareas y empezar a pensar, lo que hizo que los hombres tuviesen tiempo para desarrollar sus capacidades intelectuales, que son las capacidades específicamente humanas. Esto hizo que se dedicasen al pensamiento, a la política, a la ciencia, al arte y a todo aquello que requiere de su intelecto, lo que hizo que finalmente el hombre encontrara la felicidad.
Esto nos da las respuestas a la pregunta de que en que aspectos ha ido cambiando el hombre a lo largo del tiempo. El hecho de ser la sociedad mucho más compleja hace que el hombre desarrolle su intelecto, es decir, es la sociedad el aspecto más relevante que ha hecho cambiar al hombre. Ante los nuevos problemas que van surgiendo en la sociedad, el hombre debe poder dar respuestas para todo, por lo que es su capacidad intelectual la que se va desarrollando. Por ejemplo, ante las nuevas tecnologías que aparecen debemos ser capaces de utilizarlas de modo que nos favorezcan y nos hagan la vida más fácil, sin perjudicarnos.
Por otra parte las personas también nos influyen y es lo que hace que aparezcan desigualdades que nos perjudican y van formando seres totalmente distintos a su naturaleza. Por ello la teoría de Aristóteles se puede completar con la de Rousseau ya que este filósofo afirma que el hombre está dotado de un buen fondo de bondad que sólo volverá a aflorar si cambia la sociedad. Esta influencia hace que pueda ser explicada la violencia de algunas personas que por el ambiente en el que viven o las personas de las que se rodean, muestran esa agresividad. La solución necesaria es una reforma de la sociedad que hace que se consiga así el cambio del hombre, que es lo que plantea Rousseau.
Por último dentro de la sociedad, para que existan las relaciones entre las personas, es fundamental el trabajo. Esta es la idea que defiende Marx donde el hombre, mediante estas relaciones, encuentra su verdadera esencia y la felicidad. Según estas ideas, es la forma de vida o el trabajo lo que hace que uno se relacione de una forma o de otra y lo que determina a la persona.


Creo que estas ideas y pensamientos de filósofos de otra época, se pueden trasladar perfectamente a la actualidad ya que la vida en sociedad y la necesidad del trabajo para tener una buena vida, son necesarias para encontrar la felicidad que el hombre desea. Además el concepto de corrupción también existe y es el culpable de muchos de los problemas en las relaciones entre los hombres de la sociedad.

miércoles, 30 de octubre de 2013

El mito de la caverna

Un grupo de hombres se encontraba en una caverna, prisioneros desde su nacimiento por cadenas que les sujetaban el cuello y las piernas de forma que únicamente podían mirar hacia la pared del fondo, sin poder nunca girar la cabeza. Justo detrás de ellos, había un muro con un pasillo y, seguidamente, una hoguera y la entrada de la cueva que daba al exterior. Por este pasillo, circulaban hombres portando todo tipo de objetos, proyectando sus sombras en la pared que los prisioneros podían ver. Estos hombres encadenados, consideraban como verdad, las sombras de los objetos ya que, debido a las circunstancias de su prisión, no conocían nada de lo que acontece en el exterior por lo que debían tomar por ciertas todas y cada una de las sombras proyectadas. Uno de los hombres fue liberado y obligado a volverse hacia la luz de la hoguera y salir al exterior, descubriendo la realidad exterior, los hombres, árboles, lagos y la luz del Sol. El prisionero, al volver a entrar en la caverna, intentó liberar a sus compañeros pero solo consiguió que éstos se rieran de él, y que le amenazaran con la muerte si los desataba.


Este mito o alegoría es una explicación metafórica, realizada por el filósofo griego Platón al principio del VII libro de La República, sobre la situación en que se encuentra el ser humano respecto del conocimiento. En ella Platón explica su teoría de cómo con conocimientos podemos captar la existencia de los dos mundos, el mundo sensible, conocido a través de los sentidos y el mundo inteligible, sólo alcanzado mediante el uso de la razón.

Los prisioneros, al no tener la referencia de la realidad no podían saber que aquellas figuras eran falsas puesto que eran lo único que veían en aquella caverna oscura. Por eso, cuando el prisionero que sale al exterior y conoce todo lo que de verdad ocurre, gracias a su razón,  no es creído por sus compañeros, que lo tratan de loco y no le dejan desatarlos, amenazándole de muerte.
Estos prisioneros representan a los seres humanos en estado de ignorancia, ya que sólo conocen las sombras proyectadas en la pared, que representan las apariencias, es decir el mundo sensible, en el que sólo nos creemos lo que percibimos mediante los sentidos; el exterior de la caverna, es decir la luz del sol, es el conocimiento verdadero y el prisionero liberado representa al filósofo o al sabio que deberá guiar a los hombres ignorantes hacia el conocimiento verdadero, al que se llega a través de la razón.