Rosa Luxemburgo
es una de las grandes teóricas marxistas y figura clave de la Segunda
Internacional, constituida en 1889 por los partidos socialistas y laboralistas
europeos.
Tanto Rosa
Luxemburgo como Karl Liebknecht, cofundador del Partido Comunista Alemán,
poseen una gran carga simbólica en el marxismo y actualmente, un domingo a
mediados de enero se celebra en Berlín el día de ambos en recuerdo del
asesinato de los dos dirigentes comunistas en la revolución de 1919.
Rosa Luxemburgo
nació el 5 de marzo de 1871 en la Polonia entonces controlada por el Imperio
ruso, en el seno de una familia de origen judío.
A los 16 años se
une al partido Proletariat, de ideología marxista que en 1894 se convertirá en
el Partido Socialdemócrata de Polonia y Lituania (SDKPL) y en 1889 fue obligada a exiliarse a Suiza
para evitar ser encarcelada por sus ideas políticas. Allí acude a la
universidad y estudia ciencias políticas, filosofía y economía. En 1898 se
traslada a Berlín donde desarrolla su principal activismo como integrante del
Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) en el cual, insistió en que la crítica
diferencia entre capital y trabajo solo podía ser contrarrestada si el
proletariado tomaba el poder y se producía un cambio revolucionario en todo el
contexto de los medios de producción.
En 1905, con
motivo de la revolución rusa, Rosa Luxemburgo viaja a Varsovia, donde participa
en el proceso revolucionario, motivo por el cual es encarcelada en 1906 durante
seis meses y al salir de la cárcel viaja a Finlandia donde toma contacto con
Lenin. Desde 1915 a
1918 Rosa permanece la mayor parte de su vida encerrada y aprovecha su tiempo
para escribir algunos de sus artículos más relevantes como El folleto Junius.
A finales de
1918 y principios de 1919, Rosa funda, junto con otros grupos minoritarios de
extrema izquierda, el Partido Comunista Alemán, que previamente se había
denominado la Liga de los Espartaquistas, en un contexto de manifestaciones
masivas y huelgas que conllevaron a una represión brutal. Por ello Rosa
Luxemburgo es detenida el 15 de enero de 1919 y posteriormente asesinada.
Por todo ello
Rosa Luxemburgo es considerada como una polemista incansable y una infatigable
revolucionaria, injustamente tratada por la historia del marxismo teórico así
como por el movimiento comunista internacional, y solo parcialmente relevante
por el movimiento feminista. Rosa defiende que el capitalismo causa la explotación
de las mujeres y sostiene que la emancipación de las mujeres sería una
consecuencia automática de la abolición de la propiedad privada. Así, en obras
como El voto femenino y la lucha de
clases y La proletaria, Rosa
Luxemburgo trata de visibilizar el trabajo de las mujeres a lo largo de la historia,
diferenciando el trabajo doméstico del trabajo asalariado y defendiendo las
demandas de educación, trabajo y participación política de las mujeres.
Fuentes:
Pensadoras del siglo XX.
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